Erase una vez una granja donde vivía un anciano y su perro Bobby. El anciano tenía muchas gallinas ponedoras, ponían huevos todos los días, pero ¡Oh, sorpresa!- ¿Que estaba sucediendo? – Se preguntaba el anciano porque algunos huevosamanecían quebrados.
- Tengo que averiguarlo. – Dijo el anciano.
Un día decidió quedarse toda la noche vigilando para saber qué es lo que estaba sucediendo, se quedó esperando y esperando, cuando de repente escuchó un ruido, el anciano dio un salto del susto y exaltado gritaba:
-¿Quién anda allí? ¡Conteste!
-¿Quién anda allí? ¡Conteste!
Pero no ocurrió nada, todo quedó en silencio. Diez minutos más tarde el anciano vio dosratones comiéndose uno de los huevos.
El anciano molesto gritó: - ¡Ratones! ¡Ratones!
Los dos ratoncitos corrieron despavoridos y se escondieron en uno de los agujeros. El anciano y su perro Bobby empezaron a buscar a los ratones por toda la granja y no los encontraron.
A la mañana siguiente el anciano decidió traer un gato, un gato enorme y gordo para que encontrará y desapareciera a esos ratones.
Al ver al gato los pequeños ratones empezaron a temblar de miedo.
Uno de los ratones se llamaba Tom y el otro Beto. Los ratoncitos se preguntaban cómo iban hacer para poder comer los ricos huevos que ponía todos los días las señoras gallinas, con ese enorme gato aquí.
Uno de los ratones se llamaba Tom y el otro Beto. Los ratoncitos se preguntaban cómo iban hacer para poder comer los ricos huevos que ponía todos los días las señoras gallinas, con ese enorme gato aquí.
- No sé.. – Dijo Tom. - Humm…¡ tengo una idea!.
- ¡Cuenta! ¡Cuenta! – dijo Beto.
- ¡Cuenta! ¡Cuenta! – dijo Beto.
- Para que ese gato sea nuestro amigo le prepararemos algo muy especial para comer y listo.
- ¡Estás loco! – Dijo Beto. - Nos comerá en cuento nos vea.
- ¡Estás loco! – Dijo Beto. - Nos comerá en cuento nos vea.
- No te preocupes. – Aseguró Tom. - Déjalo en mis manos.
Tom le preparó una tortilla de atún y lo llamó:
- ¡Señor gato! ¡Señor gato!
- ¿Qué pasa? – Respondió el gato. - ¿Quiénes son ustedes?
- ¡Señor gato! ¡Señor gato!
- ¿Qué pasa? – Respondió el gato. - ¿Quiénes son ustedes?
- Yo soy Tom y él es mi amigo Beto y le hemos traído un rico almuerzo para Ud.
– ¡Para mí!
- Si para Usted.
- ¿Cómo te llamas? – Le pregunto Beto.
- Yo me llamo Cucho. ¿Que quieren conmigo?
Y fue allí cuando vio el rico plato con la tortilla de atún. Se olvidó de cazar ratones, y sus enormes ojos miraban su rico bocado y su boca lo saboreaba. El gato rápidamente empezó a comer su rico almuerzo. Después Tom, Beto y Cucho se hicieron amigos. El señor gato todos los días le traía los huevos a los ratoncitos.
Como el anciano no encontró más huevos quebrados pensó que Cucho era un buen cazador de ratones, y todos los días jugaban juntos y así vivieron todos felices para siempre.
FIN
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